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NOTICIAS DE ULTIMA HORA

viernes, 13 de febrero de 2009

PÓLEMICA FACTURA 
DE LA CENA DE CLARA ZOMMER MINISTRA DEL 
BANHVI

FACTURA de la cena de Clara Zommer Ministra del BANHVI  en cuya sobremesa discutieron la Erradicación de Tugurios del Valle Central de Costa Rica...

 
¢627.117 EN PURAS VIANDAS Y MANJARES 
 
Cantidad 
Platillo 
Precio 
7 
Quesos y vinos italianos 
¢76.300 
4 
Filete de pargo rojo al horno 
¢43.600 
6 
Lomito con foie gras y crema de trufa 
¢95.400 
2 
Ravioli de hongos porcini y crema de trufa 
¢23.800 
3 
Champagne Freixenet cordón negro 
¢59.700 
8 
Aguas italianas Panna S. Pellegrino 
¢20.000 
1 
San Pellegrino 
¢2.600 
2 
Cafés negros 
¢3.200 
2 
Cafés expresos 
¢3.200 
1 
Coca Light 
¢1.600 
1 
Tiramisú 
¢4.900 
3 
Cafés cortados 
¢5.100 
2 
Pinot Grigio S. Margherita 
¢52.000 
1 
Gran carnaval vegetariano 
¢6.500 
1 
Doble expreso 
¢3.000 
4 
Semifrío de turrón 
¢13.200 
2 
Navarro Correas Gran Reserva 
¢59.800 
1 
Agnolotti de espinacas 
¢6.900 
2 
Tés verdes 
¢3.600 
4 
Cheese cake de mascarpone italiano 
¢19.600 
1 
Tarta de chocolate 
¢4.300 
1 
Coca Zero 
¢1.600 
 
 
 
Subtotal 
 
¢509.900 
10% 
 
¢50.990 
13% 
 
¢66.287 
Total 
 
¢627.117

----------------------------------------
No incluye propinas al guachimán del parqueo...
Provecho!
 

jueves, 12 de febrero de 2009

Dialéctica

Un escudo insuficiente frente a la crisis

Juan Manuel Villasuso

Ya era hora! Han pasado diez meses desde que el Presidente habló por primera vez de las vacas flacas. Nada se hizo. Este gobierno es el último de América Latina en formular una propuesta frente a la crisis. Todos los demás están aplicado medidas concretas desde hace rato.

Ahora desde Zapote se anuncia el Plan Escudo. Escudo: protección y defensa. ¿Lanzas y espadas: lucha y combate? No las veo.

Escudo social. El gobierno busca proteger y defender a los grupos de menores ingresos y a los desempleados: aumento de pensiones, becas, seguros, Avancemos, loncheras, capacitación. Eso está bien. También pretende amparar las ganancias de los sectores empresariales con la depreciación acelerada, menos impuesto sobre la renta. Eso también es aceptable, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, aunque sus efectos no son inmediatos.

Escudo para el gobierno: (a) medidas asistenciales para los mas débiles; resguardar los indicadores de pobreza y desigualdad, aunque aumente el desempleo; y mantener el apoyo de las bases populares; (b) beneficios fiscales a los empresarios; evitar que las utilidades, mas importantes que las ventas, se reduzcan; y salvaguardar el financiamiento para la campaña electoral.


••• 

Escudo mediático. Estamos preparados para enfrentar la crisis. Gran gobierno. Las cosas se han hecho bien. Hemos sido previsores y responsables pero los problemas nos llegaron de afuera. No nos culpen.

Falso. La solvencia fiscal no alcanza y hoy somos mas vulnerables que hace tres años cuando se inició esta Administración.

Nuestra economía es ahora mas abierta, mas expuesta a los choques externos y con menos instrumentos para enfrentar los ciclos de los mercados globales. Somos mas dependientes de las exportaciones, el turismo y la inversión extranjera.

Nuestra balanza comercial es ahora mas vulnerable, con un déficit sin precedente, que representa mas del 60% de las exportaciones y el 9% del PIB; y tiende a aumentar de manera alarmante en los próximos meses.

Nuestro régimen cambiario es ahora mas volátil, inestable y manipulable por los especuladores. Eso produce mayor incertidumbre y riesgo para todos. El tipo de cambio fluctúa de manera impredecible y el Banco Central amplia la banda. Cadexco ha pedido volver a las minidevaluaciones.


••• 

¿Y dónde están las lanzas y las espadas para luchar contra la crisis, para reactivar la demanda y reanimar la producción? ¿Los empréstitos externos? Llegaran retrasados y este gobierno solo podrá ejecutar el 10%, según el Presidente. Necesarios pero insuficientes y tardíos. Debieron gestionarse hace mucho.

La reducción selectiva de las tasas de interés, dirán algunos. Nueva forma de hacer política monetaria discriminatoria desde los bancos comerciales del Estado y no desde el Banco Central. Podrá aliviar a los actuales deudores, pero ¿quién solicitará nuevo financiamiento si los ingresos están en riesgo, el consumo contraído y la demanda efectiva decayendo?.

Plan de emergencia del gobierno. Escudo postergado, sin lanzas ni espadas. Insuficiente y diferida inversión pública, carencia de estímulos tributarios para los consumidores de menores ingresos, poca imaginación para crear empleos, y cero cambio en la política macroeconómica. Ojalá pueda mejorarse.

Pero el plan también encierra algo muy peligroso y nocivo. Se escuda en la crisis para impulsar un viejo afán de los fanáticos del mercado: la flexibilidad laboral. Resabio del Consenso de Washington que deteriora la seguridad social y precariza el trabajo. Eso no se vale.

Doble Filo

¡Adiós queridos humanos!

Edgar Espinoza

¡Me estoy aburriendo de ser humano! A estas alturas de la vida sé tanto ya de lo que mi especie es capaz –miremos no más a su alrededor –, que prefiero migrar a otra cosa que tenga más sentido.

•••
Alguien me dirá con toda razón: “Entonces morite, carajo”. Y, sí, está legal. Es una opción nada descartable en tanto me eleve a ese estadio del ser (o del no ser) que ando buscando.

•••
Sin embargo, y reencarnaciones aparte, mi idea es más bien evolucionar a algo que, por supuesto, no sea ser santo, ánima o duende. ¡Muy poco fashion! Tampoco renacuajo, piojo o “mariaseca”. ¡Demasiado kafkiano! Y mucho menos trilobite, que, bueno…sería más bien involucionar.

•••
¡Aunque a ratos me provoca ser perro! Viendo a los míos, los envidio. Comen, duermen y juegan felices a la par de mi televisor erizado de noticias horribles que ellos ignoran y que yo me trago.

•••
Y, bueno… a ratos me provoca también convertirme en “El Malacrianza” no tanto para salir en todas las farándulas nacionales de semental cabrío, como para irme a cornear a medio mundo.

•••
Al primero que chucearía sería al presidente Arias a ver si resucita, si se le mueve alguna hormona o si, al menos, se le quita esa cara de rey cansado para que ya, en este mismo instante, se ponga las botas y se las embarriale de trabajo fecundo por su pueblo en vez de andárselas tirando de viejo coqueto y engreído.

•••
No obstante, mi idea más bien es no pertenecer del todo a ninguna especie. Por lo menos a ninguna que me encasille como palmípeda, paquidermo o lo que sea, pues todas al fin y al cabo son rehenes de su propia naturaleza. Quizá por eso me convenga algo tan surrealista como una especie de la no especie; libre, omnímoda, casi divina.

•••
Me encantaría, por ejemplo, ser algo incorpóreo, es decir, sin orejas, sin pelos, sin brazos y sin nada que estorbe salvo, eso sí, los correspondientes genitales para asumir con garbo los imponderables de mi nueva faceta.

•••
Me pienso como una voluta invisible de energía que sea algo dios y algo pisuicas con el suficiente poder para poner en evidencia al ser humano y darle su merecido por cretino.

•••
Al que tala el bosque, lo clavaría de fondillo para siempre contra una estaca; al violador le rebanaría la carajada con un serrucho viejo y oxidado; al corrupto lo amarraría chingo en media rotonda de la Hispanidad para que el mundo le tome fotos; a los asaltantes de toda ralea los conectaría por detrás a un primario de 33 mil voltios…
•••
Y en cuanto a los políticos me divertiría a chorros volviendo gallina (con el perdón de estas) a Hugo Chávez durante una de sus tantas incontinencias verbales; inflaría al gordo Alemán hasta hacerlo estallar sobre sus propios dólares cochinos; fletaría a judíos y palestinos a la galaxia “Abell 1835” situada a 13.230 millones de años-luz para que se la repartan enterita; encerraría a Putin con 20 gorilas en celo dentro de una urna de vidrio; mandaría a Daniel Ortega a excursión de rodillas a Irán vía Alaska; pondría a George W. Bush en el centro del supercolisionador de partículas…
•••
De modo que –¡ojo que se lo anticipo, estimado lector!– en cuanto empiecen a ocurrir estas y otras cosas parecidas, es porque ya seré parte trascendental de la dimensión desconocida.

ed10545@gmail.com


•Estadio en La Sabana

Monumento a la arbitrariedad e ignorancia

Juan José Sobrado Ch.

El nuevo estadio de la administración Arias en la Sabana es un monumento a todo lo que no se debe hacer, y sería un recordatorio indeleble de la mala gestión de don Oscar en este gobierno.

Teniendo a su disposición como propiedad del gobierno tres sitios mucho mejores, insiste por capricho imperial en hacerlo ahí, contra las normas de la Organización Mundial de la Salud, que establecen que para resguardar la salud, los habitantes de las áreas urbanas han de contar cuando menos con 10 metros de parque por habitante, lo que hace que la Sabana sea apenas un 2.66% de lo necesario, mísera porción existente que se arruinaría. Por eso la Sala IV dijo que el estadio debía hacerse en la misma área del anterior, ni un metro más. El proyecto, desafiando la orden y la salud pública, la duplica e invade el parque por el norte y por el sur, según el plano –en chino y en inglés, no en español- presentado a Setena.

Al hacerlo, lo que es peor, pone en riesgo la vida de los 35.000 aficionados en caso de terremoto, ya que, al invadir más terreno al sur, se acerca o queda encima de la antigua y caudalosa acequia Las Arias, ahora enterrada, que alimentaba el antiguo laguito en el suroeste a principios del siglo pasado y que, en caso de sismo fuerte, su subterráneo y endeble cauce podría romperse, y entonces el agua suelta haría colapsar todo lo que esté arriba. No hay nada más destructor que el agua, como el reciente terremoto de Cinchona lo demostró.

El propio endeble e insuficiente estudio geológico presentado a Setena –que ignora la existencia de este río subterráneo-, lo acepta sin saberlo, porque establece correctamente, y respecto del problema que se dirá, que “los suelos del sitio son fácilmente erosionables cuando se exponen a flujos turbulentos de agua por escorrentías mal controladas. De darse problemas por fugas en los sistemas de alcantarillado pueden darse socavamientos del subsuelo y afectar a largo plazo las cimentaciones de las obras.”
Ausencia del estudio correspondiente. La escorrentía, esta vez superficial, y el flujo turbulento ya existen, sin que el alcantarillado pluvial la pueda controlar, porque, al quitar la vegetación que actuaba de esponja, todo el agua llovida en aguaceros fuertes –como lo experimentamos los vecinos en el invierno pasado– se tira afuera y convierte el bulevar en un río que tapa todo el pavimento y llega hasta los motores de los vehículos. Este flujo inmenso el alcantarillado pluvial no lo puede manejar, porque no tiene capacidad para eso.

Por si lo anterior no fuese suficiente, los estadios, al igual que todos los sitios de reunión pública masiva o de alto interés público, están en la categoría 4 del Código Sísmico, que exige protección absoluta en caso de sismo, lo que requiere un estudio de geotecnia profunda, que no se ha hecho, tal como consta en el expediente de Setena, porque solo se hizo el correspondiente a las tres primeras categorías.

A diferencia de las otras categorías, los edificios de la categoría 4 en caso de sismo muy fuerte, no solo no deben colapsar, sino que tampoco deben sufrir daños estructurales. Primero se hace dicho estudio, y luego se diseña la estructura como traje a la medida, lo que no se ha hecho. Por el contrario, los chinos diseñaron la estructura en Pekin, ignorando tanto el subsuelo profundo como el río subterráneo, el río superficial de las escorrentías y la incapacidad del desagüe pluvial.

El diseño estructural, aún con tales defectos, que a priori lo descartan, tampoco ha sido revisado por grupos especializados de ingenieros o del Colegio de Ingenieros, adonde no lo han ni presentado. No obstante ya quieren empezar con la obra, pese a que el desastre de Sichuán, el 12 de mayo del año pasado, con sus 75.000 muertos, el tercero más letal en la historia de China, es mala recomendación para los diseñadores chinos, que además conocen otros subsuelos, no éste de suelos volcánicos nuevos y eruptivos, que apenas emergieron del mar hace 8 millones de años, contra los miles de millones del continente chino, parte del Pangea original.

La terrible irresponsabilidad e ignorancia del gobierno y la incuria de Setena en perjuicio del país no conocen límites y, tal como en el caso anterior, son patentes en este otro. Según lo denunció el Colegio de Ingenieros y lo publicó La Nación, en un muestreo de las construcciones para turistas en la costa de Guanacaste, casi la mitad de las construcciones se hacían sin requisitos sísmicos y con mezclas malas, y además destrozando cerros (invitación a deslaves y deslizamientos), gracias a que el gobierno central lo propicia todo con sus decretos irresponsables y con hacerse de la vista gorda.

El inmenso déficit en la balanza de pagos ($5700 millones de dólares o 19% del PIB) apenas se llena con los ingresos de divisas por turismo extranjero y de la inversión extranjera, asociada mayoritariamente al turismo (compra de tierras y hechura de proyectos), y todo esto se extinguiría, con la consiguiente quiebra del país, si ocurre una tragedia en que mueran turistas como resultado de tan patente e ignorante irresponsabilidad.

Tragedia inevitable si no se frena de inmediato este horror “desarrollista” en Guanacaste, así como el del estadio, porque la fosa mesoamericana de subducción de placas tectónicas, a no mucha distancia de la costa, puede producir terremotos centenares de veces más potentes que el de Cinchona, según lo han dicho públicamente los sismólogos. Ese “Big One” de Nicoya ya se viene, porque, signo premonitorio, la tierra está bajando y el mar se está metiendo, en el eterno subibaja cíclico de estos terremotos.

Disposiciones y normas burladas. Mientras don Oscar, burlándose de todos, y en primer lugar de los chinos sus vecinos de enfrente, y de los aficionados al futbol, a quienes expone a la muerte, huye del problema para refugiarse en su palaciego (1500 metros cuadrados de construcción) nido de amor en las montañas de Escazú.

En segundo lugar, burlándose de lo dispuesto por la Sala Constitucional, en la sentencia del estadio, en protección de la salud del millón y medio de habitantes de la Metrópoli, porque : a) la Sala ordenó que de previo a la construcción se hiciese un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), lo que requiere un estudio a fondo que hubiese sacado a la luz todos los impedimentos, y en su lugar ordenó a Woodbridge y todos sus incondicionales en Setena que lo tramitase como PGA, o sea, un estudio superficial y muy disminuido, tal como el que se utiliza cuando se va a construir un gallinero; b) de esta forma, considerando los aficionados al futbol como si fuesen gallinas, pudo evadir el estudio de geotecnia profunda, la revisión minuciosa de los planos, el conocimiento de los cauces subterráneos y de la escorrentía del agua llovida, minadores de las fundaciones, las reglas de la OMS sobre la salud y de la FIFA sobre nuevos estadios; c) la limitación tajante impuesta por la Sala de que no se podían salir ni un metro del área ocupada por el antiguo estadio, ya que no obstante lo hacen en más del doble, según se explicó.

Pero además, se burla y evade las reglas del otro Vaticano en la materia, la FIFA, y sus normas para estadios nuevos en función de la seguridad y comodidad de los aficionados y en protección del ambiente. Disponen en primer lugar que han de ubicarse fuera de las áreas urbanas –posibilidad a la mano del gobierno en tres lugares diferentes ya de su propiedad– para que el transporte de los aficionados pueda estacionarse con seguridad en la propia área del estadio, y para que los inevitables ruidos, luces y otras repercusiones no afecten a la población inmediata.

Todas y cada una de esas reglas se violan, por lo que nunca podría calificar para torneos FIFA. Por el contrario, en el sitio ideal, frente al Cariari y entre la autopista a Alajuela y el Cenada, en terreno de más de cincuenta hectáreas solo para estadio, sí lo haría y sería una fuente de ingresos para el país.

Ni el suscrito ni don Guido Sáenz nos oponemos, ni nos opusimos nunca, a que se construyese el estadio, sino a que se hiciese así. Pedimos que se hiciese donde y como se debe hacer, en protección en primer lugar de la salud pública y de las vidas de los aficionados.

Espejismo tras proyecto para cambiar jornada laboral

Fernando Bolaños Céspedes (*)

El denominado Proyecto para actualizar Jornadas de Trabajo excepcionales y resguardar los derechos de los trabajadores no termina de convencer a quienes en algún momento hemos tenido relación con esa materia. No es porque temamos a la flexibilidad de ciertas condiciones laborales. De hecho, y como me lo recordaba un buen amigo en estos días, posiblemente no haya una rama del derecho más flexible que el Derecho de Trabajo para adaptarse a los cambios que requiere la sociedad en su conjunto. El problema se presenta cuando los movimientos de flexibilidad se dan con ventaja para unos y con evidente desventaja para otros.

Libertad contractual y tutela del trabajador. En el caso del proyecto que nos ocupa, si bien contempla la exigencia de que toda modificación a las jornadas normales del Código de Trabajo, ya sea para implantar la llamada jornada anualizada o para establecer jornadas diarias de doce horas, requeriría el acuerdo previo del trabajador, ello esconde un verdadero espejismo. Es el de creer que en materia laboral existe una verdadera libertad contractual, y que el trabajador individualmente considerado va a estar en condiciones de oponerse a la voluntad del empleador cuando éste desee imponer en su empresa una jornada excepcional. Piénsese en el caso aun más precario del trabajador que llega a solicitar empleo a una empresa donde ya existe un sistema de jornada anualizada o de jornadas de doce horas diarias. ¿Tendrá ese empleado en potencia la verdadera posibilidad material de modificar un sistema de trabajo que antecede su mismo ingreso a la empresa?
El Derecho de Trabajo, consciente de las limitaciones a la libertad contractual del trabajador que participa de una relación laboral, diseñó desde finales del Siglo XIX y durante la mayor parte del Siglo XX un sistema garantista y tutelar de la figura del prestador de trabajo, el cual no puede trastrocarse de un día para otro, mucho menos en una sociedad que como la nuestra ha renegado en la práctica de la negociación colectiva como una fuente válida para la creación de normas jurídico laborales. Aun en sociedades con un mayor desarrollo del movimiento organizado de los trabajadores, como el caso de las sociedades europeas, la introducción de jornadas anualizadas o de extensiones a los límites de la jornada que contienen los Convenios Internacionales de la Organización Internacional del Trabajo, solo se ha admitido cuando de por medio existe un acuerdo colectivo entre sindicatos o representantes electos de los trabajadores con las organizaciones de empleadores. Esta es la primera garantía para cualquier paso dirigido a la flexibilización de la jornada. La segunda estaría en la propia ley, y consiste en el establecimiento de determinados límites a la facultad otorgada a los protagonistas de la relación laboral a la hora de negociar estas materias, verbigracia, cuando se trata de afectar a la mujer empleada o a los menores de edad.

Imposición unilateral o negociación colectiva. Hace unos años, cuando el ex Ministro de Trabajo Bernardo Benavides convocó a un grupo de abogados para que estudiáramos en conjunto este tema, me tocó proponer que el proyecto de flexibilización de la jornada de trabajo partiera de la idea de que todo cambio debía ser el fruto de una negociación colectiva en la empresa. Recuerdo que otros miembros de la Comisión en que nos encontrábamos compartieron esta idea. Desgraciadamente, cuando nuestra propuesta llegó al Poder Ejecutivo fue modificada, manteniéndose la idea de la imposición unilateral del cambio de jornada por parte del patrono, demostrándose nuevamente el miedo que existe en Costa Rica a la negociación entre organizaciones de trabajadores y de empresarios.

El proyecto actualmente en la corriente legislativa pretende solventar parcialmente nuestra objeción con un acuerdo individual del trabajador, pero como ya lo hemos expresado, dicho consentimiento sería un verdadero engaño por su imposibilidad real.

Por lo demás, la equiparación que hace el proyecto entre jornadas diurnas y nocturnas en el artículo 145 inciso 7, aunque se trate de jornadas de doce horas, nos parece de muy dudosa constitucionalidad, dado el límite que tiene sobre el tema el artículo 58 de la Constitución Política. Como dice nuestro pueblo, estamos pues ante un proyecto sobre el que aún hay mucha tela que cortar.

*Doctor en Derecho. Magistrado Suplente de la Sala 2ª de la Corte Suprema de Justicia, Presidente de la Asociación Costarricense de Derecho al Trabajo.

Borrachera con la ley de tránsito

Mario Quirós Lara (*)

El alcohol y las drogas, la temeridad y la imprudencia, la corrupción y la impunidad deben ser expulsadas de nuestras vías, mediante educación, rehabilitación y sanciones pero, en el tanto se usen las leyes para esos fines, en vez de incongruencias, antojos y ambigüedades, esas leyes deben tener textos eficaces y acordes con la vida socioeconómica del país.

En mi criterio el problema de fondo es el éxito que tiene en Costa Rica actuar como si los asuntos públicos solo fuesen acerca de cosmética y estimulo al conjunto de las partes blandas y duras que forman la unión del muslo con la pierna.

El primer paso para excitar los entuertos legislativos es hacer creer que la nueva ley es pomada canaria. Luego, lograr que nadie piense, pregunte, ni proponga: no sea que se atrase la pomada y, finalmente, si algo sale mal...más pomada canaria.

Sinfín de incongruencias. No avalé con mi voto esta reforma mal diseñada y tramitada. La ley fomenta una corrupción bien nutrida de multas descabelladas y contabilidades de puntos. Contiene multas abusivas, aún no vigentes, por ejemplo ¢105.000 por un bombillo quemado; ¢350.000 por no andar con sillas para menores, sin importar la estatura; exigencia de una extraña caja negra en los vehículos de carga liviana y un sin fin de incongruencias, de las que entresaco una más: los menores de edad de más de doce, pero menos de dieciocho años, pueden, de acuerdo a la reforma, viajar sin cinturón de seguridad y por supuesto, sin silla. Las licencias estarán sujetas a que el MOPT lleve una contabilidad de “puntos”, cuando no puede ni contar los huecos ni los semáforos en mal estado, mucho menos repararlos.

El contenido de la reforma a la ley de tránsito es responsabilidad exclusiva de quienes, como miembros del plenario legislativo, dieron su voto afirmativo y de quienes, en batalla contra los errores que contenía y que se multiplicaban sin control, no pudimos alcanzar los votos y la disposición para eliminarlos, y enmendar ese proceder calenturiento en busca del favor de los titulares de prensa. Sin embargo, tengo la audacia de esperar que, con el paso del tiempo, la ayuda de las personas de nuestros pueblos y una renovada responsabilidad legislativa, finalmente lograremos una ley comprometida, no con el abuso, la corrupción y los titulares, sino con la realidad del país y de sus familias.

El texto de la reforma a la ley de tránsito fue anunciado como la pomada canaria. Muy pocos leyeron u oyeron lo que realmente contenía: la cosmética de los titulares dominó a pensadores y opinólogos. Debido a temores o a favores, muchos diputados y asesores tampoco se interesaron por la numeración, ni el articulado, ni la congruencia del texto.

Muestra de este estado de cosas son las actuaciones del diputado presidente de la Asamblea Legislativa, quien anunció al inicio del primer debate que no era posible debatir, menos votar, la reforma a la Ley de Tránsito, pues no había un texto. Minutos después incurrió en la contorsión legislativa. Para plegarse a las instrucciones que recibió desde arriba, en dirección hacia abajo, se desdijo, obligó la votación y declaró urbi et orbi que los textos de los proyectos son “adornos” para los diputados.

Ciudadanos y no corderos. En Costa Rica se intenta convertir la política en el arte de lograr el mayor número de rodillazos en el menor tiempo posible, ofreciendo a cambio maquillaje a quienes dan más rápido y duro en el piso. Para quienes incurran en lesiones, por larga exposición a ese “riesgo laboral”, se ofrece reconstruir la articulación.

Esta es mi hipótesis: el problema que resolvieron en casa presidencial no fue acerca de la calidad de las propuestas de reforma a la ley de tránsito, fue de cosmética y estímulo de las partes blandas y duras que unen el muslo con la pierna. Por eso mismo, el de los demás costarricenses y diputados debe ser lograr que prevalezca el estudio y la prudencia, el debate entre ciudadanos libres y no el silencio entre corderos.

*Diputado, Movimiento Libertario.

¿Quién creó la vaca flaca?

Anacristina Rossi

Si a usted le dicen que ya “vienen” vacas flacas, no lo crea. Las vacas flacas no “vienen”. Alguien las hace.

Cuando un país tiene vacas flacas es porque alguien ahí mismo tiene vacas gordas. Por ejemplo el TLC en México creó tantas vacas flacas que millones de mexicanos tuvieron que huir mientras unos pocos mexicanos criaban vacas gordas.

La vaca flaca contemporánea no es obra de Dios. Simplificando podemos decir que la crearon en Estados Unidos los neoliberales o “Chicago Boys” –aquí “INCAE Boys” y “COMEX Beach Boys”- a fuerza de aplicar desde hace 25 años la doctrina de que el estado no debe meterse porque el mercado lo hace todo mejor. Así quitaron todo control estatal sobre la economía.

••• 
Pero el mercado no es algo abstracto sino personas que hacen negocios. Y el “libre mercado” son personas que aprovechan la ausencia de controles estatales para hacer negocios “por la libre”, engordando sus vacas y creando vacas flacas para los demás. Así crearon entre otras cosas las burbujas inmobiliarias y financieras. Las vacas flacas estaban adentro y cuando estallaron, las esparcieron.

¿Y en Costa Rica? 
Las lumbreras neoliberales que nos gobiernan desde hace 25 años también sostienen que hay que eliminar los controles y “liberar” la economía. Pero como tenemos banca nacionalizada y redes de seguridad no pudieron desmantelar la cosa pública tan rápido como en Estados Unidos. Mientras intentaban -a veces infructuosamente, recuerden el Combo- quitar los controles, aplicaban la otra parte de la doctrina, que dice que el estado no debe “gastar”. En esto sí tuvieron éxito inmediato: desde hace 13 años la CCSS quema a las personas con cobalto para no “gastar”; el IMAS prefiere no “gastar” en los pobres, etc. etc.

Como el estado no debe “gastar”, la construcción de obra pública también debe ser privada. Aquí también el éxito salta a la vista: Alterra es una maravilla, las compañías asfaltadoras tienen las calles y carreteras sin un solo hueco. Este éxito total en contención del gasto produjo entre otras cosas un enorme aumento en la desigualdad -la distancia que separa a los más ricos de los más pobres-, y eso generó un estallido espantoso de la delincuencia. Pero claro, la delincuencia no se considera vaca flaca.

••• 
Por lo tanto, si nuestras vacas flacas aún no se ven es porque van despacio: a nuestras lumbreras les ha tomado 25 años eliminar los controles. Su esfuerzo culminó el 1 de enero, con la entrada en vigencia del TLC. Ahora engordan sus vacas bastante más rápido -¿deja su puesto en Suiza una negociadora del TLC para venir a engordar vacas? ¿Cuántas vacas engorda la generación privada de electricidad?-. Y por lo tanto, nos dan vacas flacas a todos los demás bastante más rápido.

Por eso, lectores, lectoras, las vacas muy flacas ya vienen, ya vienen, y no le crea a quien diga que vienen de afuera. No. Las vacas flacas nuestras fueron poco a poco “made in Costa Rica”.


Doble Filo

¡Qué Malacrianza!

Edgar Espinoza

Cuando un país elige como ícono suyo a un toro cuyos prodigios e imponencia en el redondel lo deslumbran, es porque algo raro le está ocurriendo como sociedad.

•••
De momento se me ocurre pensar que esa reacción masiva del tico hacia su majestad El Malacrianza no es otra cosa que una respuesta suya, consciente o no, a la falta de una figura nacional de peso que sintetice sus anhelos.

•••
En lo personal, yo que Oscar Arias estaría preocupado de que la prensa toda, la publicidad, la bulla y el boato público se los esté quitando otro actor más pintado que parte plaza y no aguanta carga. Y en lo presidencial lo estaría aún más porque pretender quitarle la actual hegemonía a ese bicho es como agarrar al país por los cuernos y ya sabemos lo que le sucede a nuestro presidente en tales trances.

•••
En todo caso, otra evidencia de esa vacilante búsqueda, por parte del tico, de figuras públicas que satisfagan su ego colectivo, es también el fenómeno María José, la niña que como cantante nuestra descolló en el exterior y volvió loco a nuestro país al punto de que a la pobre la han agarrado de “diez para la goma”, como decíamos antes, y no sería raro que, muy pronto, hasta para montar al mismo Malacrianza.

•••
Dicho sea de paso, algo que como ciudadano sí haría yo desde ya es invitar muy cordialmente a los precandidatos presidenciales a que también monten ese astado a ver si, dado que entre este y la situación del país no hay mayor diferencia, por la víspera se saca el día. Sin duda, una demostración de poder así siempre será más convincente que, por ejemplo, la tradicional de don Otto Guevara de ir a recoger basura a las calles cada cuatro años, o la de don Ottón Solís quien para decidir su candidatura se parece a esas vedette que en medio escenario se hacen las rogadas a la hora de enseñar la gracia.

•••
Pero vean ustedes que ni El Malacrianza las tiene todas consigo, pues no bien se hacía único y famoso, el tico, como buen demócrata, le atravesó un rival, El Chirriche, y los convirtió, sin importar crisis, ni plan-escudo ni nada, en el centro de atención nacional a la cabeza de las apuestas, de las principales ferias, de las portadas y de la farándula toda.

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A tono con esto, este sábado el par de toros dieron apenas una pequeña demostración de su gran poder de convocatoria al movilizar a tirios y troyanos a Nicoya, incluso al mismísimo presidente de la Corte Suprema de Justicia a quien creíamos fiel aliado de don Oscar y no de El Malacrianza en esa actividad paulina, perdón, taurina. Pero, bueno…así son las cosas.

•••
Y si más jerarcas del gobierno no asistieron al choque entre ambas fieras fue porque estaban indigestados con el almuerzo de ¢625 mil, fina cortesía de los pobres de este país, que entre champañas y vinos gran reserva disfrutaron concretamente los mandamases de Vivienda al mejor estilo de su legendario antecesor y filántropo de consultorías.

•••
Cómo será la popularidad de estas dos nuevas y preclaras estrellas de los tablados, que, en mi caso particular, hasta Pilar mi esposa me cambió por ellos el fin de semana para no perderse, con todo Canal 7, las incidencias de su histórico desempate. ¡Qué jodido!

•Para salir de la crisis

Un nuevo orden social

Rolando Araya Monge

La crisis sacude a Costa Rica. Ante el fracaso del mercado sin controles, una vez más: “ahora, todos somos keynesianos”, y resurge la idea de elevar el gasto público y la intervención estatal para evitar la catástrofe. No obstante, el plan escudo del Gobierno usa pequeñas dádivas sociales para escudar una propuesta basada en ideas económicas fracasadas y en nefastos propósitos sobre los derechos laborales. El mundo va en otra dirección. Angela Merkel, Canciller de Alemania electa por el conservatismo radical, dice que “ahora tendremos que encarar cuestionamientos más fuertes sobre si éste es realmente el sistema económico correcto.” Y Paul Krugman, Premio Nóbel en Economía, aconseja al Presidente Obama que nacionalice la banca.

Entre los dogmas del fracasado modelo económico está el crecimiento como la única forma de disminuir la pobreza. Con esa premisa, pusieron el capital por encima del trabajo, el mercado sobre el estado, las ganancias sobre los salarios, las finanzas sobre la producción, el empresario sobre el trabajador, la inversión extranjera sobre el productor local, el consumo sobre el ahorro y la exportación sobre todo lo demás. La globalización ejerció una presión enorme para reducir el peso de los salarios en el producto y concentrar la riqueza a niveles sin precedentes. Las empresas y los ejecutivos se apropiaron de los aumentos en la productividad generados por la última revolución tecnológica. Ahora veremos una reducción de la jornada laboral a escala global (otra idea de Keynes) como forma de atenuar la crisis.

Se recuerda el efecto dinamizador del gasto estatal masivo, en la reactivación de la década de 1930, pero poco se comenta la gran reforma social que incluyó el seguro social y conquistas laborales, con tanta influencia en aquella recuperación. La economía costarricense lo verifica con el aguinaldo a fin de año.

En verdad, la magnitud del reto revela fallas en la lógica del sistema que no se subsanan con solo moralizar o humanizar al capitalismo. El cambio ha de ser mayor. Una vez más, se probará la eficacia de buscar primero el bienestar general, y obtener crecimiento económico como resultado. Sin cohesión social no hay avance posible: de camino surgirá el conflicto social, la criminalidad y otros males complicados que anulan las ventajas supuestamente logradas.

El mundo que saldrá de la crisis será diferente. Posiblemente no se regrese al Estado empresario ni al socialismo centralizado y estatista, pero sí a un orden político basado en relaciones humanas superiores, en la eliminación de la explotación, en la plenitud de la justicia social, en la reducción de la jornada laboral, en el poder del pueblo, en el bienestar del mayor número, en la recuperación de Gaia, la Madre Tierra, y en los valores del espíritu. Distribuir riqueza, educar mejor, sanear el ambiente, mejorar la salud y crear más igualdad genera prosperidad y el auge de las empresas.

El mundo se encuentra en una emergencia. Costa Rica solo podrá recuperarse con medidas para crear un nuevo orden social. Menciono algunas para perfilar la idea.

-Un plan de emergencia producto de un gran acuerdo político nacional.

-Una revolución energética: energía barata, aumento masivo de la generación eléctrica renovable para exportar y prepararse para los autos eléctricos y de pilas de hidrógeno.

-Un plan de aprovechamiento de recursos ociosos, empezando por utilizar tierras y agricultores para alcanzar el autoabastecimiento alimentario.

-Utilizar las herramientas económicas que quedan disponibles después de los TLCs para impulsar el mercado interno y las empresas locales.

-Reconstrucción del sistema ferroviario y fomento del transporte eléctrico.

-Reducir las tasas de interés y fomentar la producción sobre la especulación financiera.

-Invertir los fondos de pensiones en proyectos públicos seguros.

-Crear planes bancarios para dar suficiente capital de trabajo a las empresas.

-Aprovechar nuestras inmensas riquezas y detener el saqueo de nuestros mares.

-Una nueva generación de estímulos decentes e inteligentes para la exportación.

-Disminuir la dependencia de los mercados donde explotó la crisis con una política económica basada en el interés de la nación.

-Plan inmediato de apoyo a las Pymes y las distintas formas de economía social.

-Impulsar una política de salarios crecientes y establecer franjas salariales para reconocer las mejoras en productividad y en los beneficios empresariales.

-Reestablecer la alimentación gratuita en todos los centros educativos públicos.

-Iniciar un proceso gradual de cambios tributarios hacia los más ricos, empezando por las casas de lujo y las concesiones en las playas.

-Incluir a las organizaciones sindicales, cooperativas y solidaristas en la elaboración de los planes.

-Dar los primeros pasos en un sistema de reconocimiento salarial al trabajo doméstico.

-Que Costa Rica brille en el mundo por su sabia política de protección ecológica.

-Eliminar una gran cantidad de absurdos burocráticos que encarecen la producción.

-Iniciar una revolucionaria reforma educativa.

-Programa masivo de construcción de vivienda, con énfasis en las zonas rurales.

-Costa Rica debe apoyar la propuesta de una reducción global de la jornada laboral para redistribuir los aumentos en productividad (sin reducir salarios).

-Control de precios, especialmente en medicinas y artículos de consumo popular.

-Recorte masivo de gastos superfluos en publicidad, viajes y fiestas en todo el Estado.

-Reducción drástica de la inmoral y escandalosa cifra prevista para la deuda política.

-Un plan de emergencia para detener la criminalidad.

Costa Rica también necesita cambio y mirar el porvenir con esperanza.

La Costa Rica que veo

•Los enredos de 1914

Alberto Cañas

Don Ricardo Jiménez había logrado acabar con la elección de segundo grado, de manera que en lo sucesivo, si ningún candidato alcanzaba la mayoría absoluta, le tocaría al Congreso elegir el Presidente entre los dos candidatos que hubiesen obtenido mayor número de votos.

Para suceder a don Ricardo se presentaron tres candidatos: Máximo Fernández por el Partido Republicano que él había fundado y que había elegido a don Ricardo; el doctor Carlos Durán (Presidente entre 1889 y 1890), apoyado por los sectores conservadores (o cletistas) del Olimpo liberal, y el expresidente Rafael Yglesias en un segundo intento por volver al gobierno.

El resultado de la elección fue de una mayoría para Máximo Fernández, pero no la mayoría absoluta de la mitad más uno de los votos. Para inaugurar el nuevo sistema, el Congreso debía elegir entre Fernández y Durán que había quedado de segundo. Ninguno de los dos tenía suficiente mayoría en el Congreso para ser elegido, de modo que la decisión quedaba en manos de los diputados civilistas, o sea los pertenecientes al partido de Yglesias.

Y allí comenzó el tejemaneje político más complicado y más incomprensible de la historia patria. El expresidente Yglesias comenzó a jugar con los otros dos, negociando con uno, negociando con el otro, y sin decidir con firmeza (él o su gente) por cual de los dos candidatos se inclinarían. Máximo Fernández comprendió, tras muchas semanas de conversaciones, que las oligarquías cafetaleras o, como diríamos en lenguaje del 2009, empresariales, harían cualquier cosa para impedirle llegar al gobierno, y tuvo entonces la ocurrencia más sorprendente de la historia nacional: renunció a su candidatura.

Ahora sí que el problema se puso serio: la Constitución ordenaba elegir entre los dos candidatos más votados. Renunciaba uno de ellos. Algunos civilistas adujeron que esto obligaba al Congreso a escoger entre Durán e Yglesias, pero se alegó con razón que Yglesias había quedado totalmente eliminado, al quedar de tercero en la elección popular. Conclusión a que se llegó: ordenando la Constitución escoger entre dos, y quedando solo uno, el artículo constitucional no podría aplicarse.

Los fernandistas encontraron la solución: No se podía elegir presidente, luego había que nombrar Designados (los que hoy llamamos Vicepresidentes, que eran nombrados por el Congreso). Se trataba entonces de escoger un Primer Designado dentro de las filas republicanas, que obtuviera el apoyo, bien de los duranistas, bien de los civilistas.

La fórmula a que se llegó ha sido atribuida al propio Máximo Fernández, o a un diputado fernandista llamado Federico Tinoco. La fórmula consistió en encontrar un fernandista aceptado por todo el mundo, y ese fernandista fue un joven abogado herediano de 37 años llamado Alfredo González Flores.

Según parece, suficientes diputados se comprometieron verbalmente a votar por Alfredo González. Pero no había seguridad. Los diputados de entonces eran tan volubles, que ya nadie creía en su palabra. Para obligarlos a cumplirla, un grupo fernandista le pidió al presidente Jiménez que, ante el compromiso contraído, pusiera la fuerza pública en manos de gente adicta a Alfredo González. Don Ricardo, socarrón y desconfiado como siempre fue, pidió firmas. “Tráiganme un compromiso firmado por suficientes diputados de elegir a Alfredo González, y los complazco.” Los diputado firmaron y don Ricardo Jiménez puso la fuerza pública en manos de personas comprometidas con la solución.

Se ha criticado a don Ricardo lo que hizo, pero la verdad es que tenía el derecho de hacerlo, pues la Constitución le daba al Presidente facultad irrestricta de poner la fuerza pública en las manos que le diera al gana, y lo que hizo fue defendido por él con el argumento de que había que acabar con las intriguillas, la inseguridad y el escamoteo.

Alfredo González fue electo primer designado el 1 de mayo. El segundo fue su padre Domingo González (costumbre arraigada por la desconfianza con que loa ticos se veían los unos a los otros) y tercero, un exjuez muy prestigioso llamado Francisco Aguilar Barquero. En la misma sesión, y ante la inexistencia de una elección presidencial, el Congreso llevó al ejercicio del poder al Primer Designado, con carácter de Presidente de la República, y González Flores tomó posesión de la presidencia con toda tranquilidad el 8 de mayo.

¢627 MIL DESPARRAMADOS EN UNA REUNIÓN-ALMUERZO

Geovanny Díaz *

El 11 de noviembre de 2008 en un restaurante italiano 14 personas almorzaron plácidamente pagando una suma que habría servido para que 313 personas almorzaran un casado regular de ¢2 mil en cualquier soda.

Digamos que cada plato italiano costó unos ¢45 mil, bebidas, postres y cuanto gusto se les hubiera ocurrido incluidos.

Con esa suma se puede donar una de las casas temporales para los damnificados del terremoto en Cinchona y sobran cerca de ¢67 mil para comprar alimentos o alguna otra cosa de primera necesidad para estas familias que lo perdieron todo.

Diez estudiantes pobres habrían tenido un paquete escolar de aproximadamente ¢60 mil, libros de texto incluidos, para iniciar el año en las aulas y no en un centro de trabajo.

Podría aumentar la lista de lo que se compraría con esos ¢627 mil pero no es necesario alargar tanto esto.

Es claro que en este país hay muchas personas que pagan ¢45 mil por una cena o un almuerzo y, si tienen los recursos para hacerlo, no está mal. El problema es que estos 14 almuerzos fueron pagados desde una sola cuenta. Pero no desde una cuanta privada, no. La cuenta fue saldada con el presupuesto asignado a “gastos de representación” del Gerente General del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), Ennio Rodríguez.

Me es difícil entender cómo se puede pagar una reunión-almuerzo de tan alto costo y luego llegar a su despacho a ver cómo miles de familias pobres hacen fila solicitando créditos hipotecarios para poder tener un techo digno, para ellos, porque supongo que ninguno de los 14 comensales se dignaría a vivir en una casa de muy bajo costo como la mayoría de las casa de las familias pobres de nuestro país.

No creo que en el Banhvi no haya una sala de reuniones con espacio y recursos suficientes para albergar una reunión para 14 personas. Siempre habrán excusas para despilfarrar dinero y darse gustos con plata ajena, así saben mejor, para algunos.

Tengo claro que hay ocasiones que obligan a ofrecer un almuerzo de altura, por ejemplo a un presidente, a ministros, diputados extranjeros, pero entre colegas del Gobierno y dos o tres empresarios afincados en nuestro país no es procedente hacer semejante gasto con recursos provenientes de los mismos créditos hipotecarios, entregados a los pobres, o del presupuesto nacional, pagado mediante impuestos que nosotros mismos honramos diariamente.

Espero que dentro de las medidas que el Gobierno ha tomado para paliar la crisis económica sea tomada en cuenta, por parte de los altos jerarcas gubernamentales, una reducción en este tipo de reuniones-almuerzos pagadas como “gastos de representación”.

La faja nos la tenemos que socar todos por igual, y ustedes, los políticos, son también seres humanos iguales al resto de nosotros, aunque sientan que están por encima del resto. Lo que es bueno para el ganso es bueno para la gansa.

* Periodista


Crisis económica, financiera y ética

Julio Suñol

Vivimos la peor crisis económica y financiera de los últimos ochenta años. Nada menos que ocho décadas. Incluyamos también la profunda crisis moral y ética como compañera de este despeñadero. La crisis ética no es de hoy, porque en Costa Rica vino tomando cuerpo y consolidándose a través de los últimos 35 años. Y cada año con mayor descaro y profundidad.

Quiebran bancos, industrias, comercios y esperanzas. Millones de empleados, obreros, ejecutivos, profesionales y misceláneos están siendo lanzados a la calle—alrededor del globo-- porque las empresas se quedaron sin liquidez y los bancos ni siquiera tienen confianza mutua para prestarse entre ellos. Sus razones tendrán.

Se ignora adónde han ido a parar miles de millones de dólares dispensados a institutos crediticios norteamericanos. Los mismos cuyos jefes se distribuyeron a fines del 2008 enormes tajadas de dineros recibidos bajo el nombre de “bonificaciones”. Sumaron $20.000 millones. Esto provocó la legítima reacción condenatoria del presidente Obama. El mandatario busca ahora que ningún ejecutivo gane más de $500.000 al año. Con esto podemos suponer lo que antes vinieron embolsándose.

Lo increíble es que cuando empezó a desarrollarse esta profunda crisis sin precedentes, hubo reconocidos dirigentes de varias naciones latinoamericanas (incluyendo a algunos de Costa Rica) quienes juraron y perjuraron que esta peste no llegaría a sus tierras. Pero aquí la tenemos hoy, cuando tardíamente se dan los primeros pasos (todavía insuficientes y, por lo menos uno, injusto) a fin de confrontar los males provocados por otros. Matar al inocente y hacerlo sin piedad.

Y decimos injusto, porque ahora, y no solo aquí, se quiere hacer pagar a los trabajadores una sustancial cuota de los daños no causados por ellos. Y eso sucedería si se acepta la “flexibilidad laboral”, la cual no es otra cosa que pedirles que laboren una jornada reducida mas ganando la mitad. Y esto cuando la inflación llegó al 14% y el costo de vida se halla por las nubes. Baste decir que Costa Rica hoy es más cara que Miami. No vemos --por ello--, ningún criterio racional para pedir este sacrificio a quienes menos tienen y más necesitan, en tiempos en que el hambre asoma, la desocupación aumenta y los salarios no se sincronizan con la inflación.

Lo que produce cierta relativa tranquilidad, es el conocimiento de que esta pretendida medida necesitaría de proyectos de ley para modificar normas del Código del Trabajo y eventualmente de la Constitución Política. Quisiéramos ver qué partidos, diputados y políticos se atreverían a este despropósito. Y mucho menos a un año de las elecciones cuatrienales.

Si somos patriotas y de verdad estamos preocupados por el destino nacional, las cargas debemos llevarlas todos y en proporción a las capacidades económicas de cada sector. No es cuestión de que --como otras veces-- nos recostemos en quienes poco tienen.

Podríamos obligarnos a declarar un estado de emergencia nacional y lograr así que las poderosas instituciones financieras, nacionales y extranjeras, aporten –antes de la urgente reforma tributaria- un poco más de sus enormes ganancias a fin de paliar la crisis; lo mismo debería pensarse para que las firmas comerciales e industriales de mayor solvencia, se unan con desprendimiento al fin de reciprocar a la sociedad que les ha deparado amplias oportunidades de desarrollo y progreso. Y por esta vía, fomentar un estado de ánimo estatal, que conduzca a la sobriedad en el gasto público, con altos burócratas sin partidas de representación y sin que los empleados rasos violen sus deberes de cumplir sin excusas con su jornada diaria, todo dentro de un estricto marco ético, no impuesto, sino naturalmente aceptado.


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