Yo quiero una computadora como la de Raúl Reyes, dirigente guerrillero de las FARC muerto por el ejército colombiano en marzo, en la selva ecuatoriana. Sí. Imagínense, se conecta a Internet en un campamento guerrillero clandestino en medio de la jungla, sin cable módem, sin WIFI, sin teléfono, ¡sin nada!
A mí en cambio en medio San José, con cable módem y WIFI, la conexión me falla. La de Raúl Reyes a lo mejor se conectaba con los árboles o tenía una súper batería construida clandestinamente por IBM para él. En todo caso yo necesito una de esas, para poder conectarme en Punta Uva, donde ni siquiera la televisión nacional entra.
Además, la computadora FARC aguantó durante más de seis años la lluvia torrencial, el barro, la humedad, el calor y los hongos de la selva ecuatoriana, y nunca se le metieron esas molestas hormigas tropicales, que a mí en Escazú ya me han desbaratado dos.
No, en serio, es la computadora más resistente del mundo. ¡Y fue hecha antes del 2002, parece! Claro, ahora como todo es chino, nada dura. Pero esa fue hecha quién sabe dónde. Porque los militares colombianos cuando atacan no dejan piedra sobre piedra.
Entonces, si el ejército atacó por aire, esa computadora aguantó la destrucción total que produce una bomba en un radio de cuarenta metros y la desintegración que provoca la onda expansiva. Y si los colombianos atacaron por tierra, fue con ametralladoras último modelo, que lo destruyeron todo, Raúl Reyes incluido, menos la computadora. ¡Guau!
Debe estar hecha de material de la NASA. Ruego a los fabricantes que las pongan en el mercado YA. La mía, que es mucho más nueva, se da un golpecito contra una mesa y se descompone. Una vez le cayó encima, no árboles, no esquirlas ni balas, sino un inocente poquito de café con leche, y pasó dos semanas en el taller.
¡Para no hablar de la capacidad del disco duro! El de la computadora FARC debe ser de un millón de Gigabytes, para guardar los correos electrónicos desde el 2002. Yo no sabía que antes de esa fecha se fabricaban laptops con esa potencia. ¡Y qué respetuosa! Guardaba correos de hace seis años o más, y nunca le dio a Raúl Reyes la orden de limpiar la papelera. Definitivamente esa computadora se las trae. ¡Yo quiero una igual!
Lo único que no me suena es lo de los nombres de los ticos, porque es cosa sabida que un guerrillero no puede nombrar a sus colaboradores, si no es bajo la protección de los seudónimos. O sea que Raúl Reyes de guerrilla y clandestinidad no sabía nada.
Talvez el que me diga donde compro una computadora FARC también me aclare eso.
(Página Abierta - Diario Extra)