VISIT

VISITE NUESTRA PAGINA PRINCIPAL

VISITE NUESTRA PAGINA PRINCIPAL
DE UN CLICK EN LA IMAGEN E INGRESE

AUDIO RADIO GIGANTE

TWITTER

EN LINEA

NOTICIAS DE ULTIMA HORA

lunes, 6 de octubre de 2008

La solución somos todos



Rolando Araya Monge


Los problemas se agravan. Los sufrimientos son cada vez mayores. La comida cuesta más y más. Suben las tarifas, las medicinas, el transporte.  Sobra mes al final del salario. Los agricultores no hallan qué hacer con los precios de los fertilizantes y los agroquímicos. Cunden los robos, los  asaltos, las violaciones. Los taxistas se juegan la vida en su trabajo. Los medios nos muestran cadáveres. Ya matan por cualquier cosa. Hay basura  por todas partes, nuestras ciudades hieden y los adictos a la “piedra” deambulan como fantasmas. Los pordioseros hormiguean en las paradas y los  semáforos. Ya son parte del paisaje urbano. Esto es miseria de verdad.

Se tarda horas para llegar al trabajo. Presas, mal estado de las calles, accidentes por todas partes. La corrupción cunde. Las grandes plantaciones  encuentran más maneras de violar los derechos de los trabajadores. Las clases más afortunadas se encierran en sus barrios y los más ricos ya  andan con guardaespaldas. Todo sube, hasta las ventas de vehículos nuevos. Pareciera que la crisis no toca a las clases altas que siguen  generando importaciones cada vez más costosas, encareciendo, con ello, el pan y la leche. La desigualdad es cada vez mayor. ¿Y el Gobierno?  Nada. El Presidente está cansado. Hay parálisis política. Un tribunal gobierna al país y la propia incapacidad del sistema para resolver problemas se  convierte en el principal problema de todos.

¿Quién puede arreglar esto? ¿No es acaso el Partido Liberación el que gobierna? ¿Dónde está su propuesta para afrontar la crisis económica,  política y social que amenaza a Costa Rica? ¿En las nuevas escaramuzas distritales que están convocando? Sus soluciones al problema energético,  alimentario, a la pobreza, a la criminalidad imparable, lucen realmente ridículas, como una burla a la inteligencia. El país debe darse cuenta de que  estamos ante una situación muy grave. Esto va de mal en peor. El Partido Liberación Nacional ya no es capaz de generar la fuerza moral,  la energía  política e intelectual para cambiar el rumbo y salvar a Costa Rica. ¿Y el PUSC? ¡Por Dios! ¿Qué está pasando?

El país necesita cambio, cambio real, no simplemente los nombres en los puestos. Y el primer cambio está en cada uno de nosotros. Es necesario  salir del derrotismo, vencer al pesimismo, darnos cuenta del potencial y de nuestras grandes ventajas. Es preciso acabar esta sensación de  impotencia, liberarnos del hipnotismo colectivo que nos tiene atados. Se trata de un cambio de actitud, de triunfar sobre nuestro propio miedo, de  alzarnos por encima de la autoestima dañada, de revelarnos contra nuestra propia pasividad. Es como generar un verdadero renacimiento, una  nueva ética. Y una vez que hayamos recuperado la fe en nosotros mismos, entonces, empecemos a conversar en cada bus, en cada barrio, en cada  pueblo, en cada taller, en cada oficina, que transformemos la indignación y la frustración en energía capaz de movilizar las conciencias, de activar a  las organizaciones sociales, a las comunidades, a todos. No basta con el voto, ahora hace falta la voluntad. Caen las ideologías de otros tiempos,  muere el neoliberalismo. La solución somos todos armados con nuestra propia decisión. Y ahí, de pie ante los desafíos y de cara al porvenir, de cara a nuestra obligación con nuestros hijos, empecemos a construir una alianza política nueva que sea capaz de organizar una verdadera democracia  del pueblo, comprometida con la justicia social, el bienestar general y los auténticos intereses de la nación costarricense.   

AUDIO AQUI