UN LLAMADO A DOÑA EPSY
UN LLAMADO A DOÑA EPSY
Edwin Patterson *
Alguien está asesorando mal a doña Epsy Campbell. No por su decisión de competir por la candidatura del PAC. Ella está en todo su derecho. Justamente, el derecho a ser elegido es un principio clave de la democracia y el PAC lo defiende tanto que ha eliminado los millonarios aportes de los aspirantes que los esclavizan a los dueños del dinero. Además es un hecho que una convención interna, si se desarrolla con responsabilidad política, fortalece a un partido.
Donde falla la estrategia que le han diseñado a doña Epsy es en el enfoque. Desde el principio, al discutir las condiciones de la Convención -lo cual, de nuevo es su derecho- ella ha acabado atacando al partido. Cuando habla se coloca “fuera” del PAC, como si la realidad actual de su agrupación no fuera también su responsabilidad.
Esto es un doble error. Por una parte porque muchos partidarios, indecisos al principio o atraídos por su imagen, han acabado dolidos por los ataques y distanciándose de su candidatura. Al convertirse -conscientemente o no-, en vocera de los ataques al PAC, muchos partidarios sienten que la ambición la ha llevado a perder la perspectiva y a negarle al PAC la lealtad que debería tenerle si aspira a representarlo. Precisamente porque es gracias a ese partido, y a su apertura a la sociedad civil que doña Epsy tuvo una oportunidad política y se convirtió -con méritos indudables-, en figura pública. El Partido la honró al nombrarla diputada, jefa de fracción, Presidenta del Partido… ¿Por qué lastimarlo?
El segundo error es invocar razones falsas para formular reclamos. Así por ejemplo denunció ante la prensa presiones a los asambleístas, pero en privado reconoce a varias autoridades del Partido y al propio Ottón que “nadie planteó que vos presionaste” o “no recibí información de que vos presionaras a nadie”.
Se equivoca también doña Epsy al presentarse siempre como víctima. ¿Cómo puede ser que, si ella desempeñó cargos de tanta importancia, por largos períodos, no lograra cimentar un apoyo fuerte y sólido entre la gente del PAC? A doña Epsy le ha faltado constancia, presencia dentro del Partido. Buenas ideas no le han faltado, pero no ha dedicado horas y esfuerzos a hacerlas realidad, a darles seguimiento. El liderazgo político no se gana solo con fotografías en la prensa o declaraciones y ataques efectistas, sino con horas de trabajo, mano a mano, con la gente. Entre los partidarios del PAC hay mucha nobleza, muchas personas que no hubieran dudado en abrirle su corazón si ella se hubiera ganado su confianza.
Los asesores de doña Epsy la han llevado a lastimar su propia imagen y su apoyo dentro del PAC. Urge que ella reaccione, que valorice su potencial, y sobre todo que actúe con madurez y responsabilidad. El PAC, la única alternativa solidaria y renovadora para el pueblo de Costa Rica, está por encima de todo interés individual. Doña Epsy es una persona de gran valía, pero debe recuperar el dominio de su destino y el sentido de responsabilidad.
* Ex diputado