El arzobispo de San Salvador ha hecho esta mañana un llamado a denegar los permisos de explotación a la multinacional Pacific Rim si no puede garantizar que "no entre ni un gramo de cianuro en El Salvador".
La Iglesia católica mantiene su rechazo a la instalación en El Salvador de empresas mineras que utilicen cianuro. Fernando Sáenz Lacalle, arzobispo de San Salvador, ha dado esta mañana muestras inequívocas de la frontal oposición que conserva la Conferencia Episcopal de El Salvador sobre las operaciones que la multinacional minera canadiense Pacifim Rim pretende abrir.
Después de la misa celebrada esta mañana en Catedral metropolitana, Sáenz Lacalle ha leído en conferencia de prensa un comunicado titulado "Pacifim Rim vs. El Salvador". La iniciativa de la Iglesia es una respuesta al anuncio de la multinacional canadiense hizo público a inicios de esta semana. Pacifim Rim dijo que demandará al Estado salvadoreño por no haberle otorgado aún los permisos de explotación del abundante oro que, según estudios de la misma empresa, se encuentra en el área de San Isidro, departamento de Cabañas. La multinacional está convencida de que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos les ampara, y están dispuestos a obligar a que el Estado les compense por al menos los $70 millones que dicen haber invertido en exploración y otros gastos.
Lacalle ha dejado a un lado las ambigüedades esta mañana, y se ha mostrado enérgico contra los intereses de la empresa: "No es justo arriesgar la salud de un pueblo y dañar el medio ambiente para que unos pocos que no viven aquí se lleven el 97% de las jugosas ganancias, pero nos dejen el 100% del cianuro".
Asimismo, también relacionó la minería con el aumento en los casos de insuficiencia renal que ha habido en distintos sectores de la zona oriental. El temor es a que el cianuro que Pacifim Rim usaría para separar el oro de la roca contamine el agua para el consumo humano y animal o para el riego.
El arzobispo felicitó al Gobierno por no haber otorgado los permisos de explotación, y emplazó a que solo se haga "si Pacifim Rim se lleva fuera del país el mineral, pero que no entre ni un gramo de cianuro en El Salvador".
Por último, Lacalle reafirmó la vigencia del comunicado hecho público en mayo de 2007 por la Conferencia Episcopal de El Salvador, titulado Cuidemos la casa de todos.